Pictet AM gestiona 9.800 millones de dólares en deuda de mercados emergentes -de los que 5.000 millones están emitidos en divisas locales, 4.000 en moneda fuerte y 800 millones en mixto-. Recientemente la entidad suiza ha lanzado un nuevo fondo de deuda de mercados emergentes sostenible, donde la asignación entre moneda fuerte y local varía entre el 30% y el 70%. El proceso incluye una selección de proveedores de datos ESG de emisores soberanos e integración sistemática de gobernanza, contabilidad creativa y controversias.
En el fondo, el peso de la deuda de un país depende de la calificación ESG, no de la capitalización. Es decir, tiene más peso la deuda del país de mayor calidad, a diferencia de los índices tradicionales, donde tiene más peso la deuda del país con más deuda. Según ha explicado Eugene Choi, especialista de deuda emergente de Pictet AM, en un encuentro con la prensa, «este nuevo fondo está más alineado con los intereses de los clientes. De hecho, se observa mejor rentabilidad en deuda sostenible, especialmente en periodos de estrés”.
“A largo plazo, los asuntos ESG influyen en la trayectoria crediticia, hay que mirar más allá del PIB y fijarse en aspectos como el capital humano, clave para el desarrollo económico. Una excesiva destrucción de recursos naturales daña el crecimiento potencial, mientras que la calidad de las instituciones mejora la resistencia. La integración de estos factores facilita evitar riesgos e identificar oportunidades”, señala Choi.
Sin embargo, Choi echa en falta unos criterios de análisis ESG comunes, ya que difieren en algunos aspectos con el de los índices. Este es el caso de China, cuando para ellos la puntuación ESG debería ser bastante baja, en el índice no lo es. Por eso, aplican su propio análisis, más estricto. “Este proceso propio tiene un coste, pero creemos que hay que hacerlo correctamente. Más aún cuando es previsible que para 2035 todos los activos de la industria globalmente se gestionen con criterios ESG, frente al 25% actual”, señala.
Positiva en bonos
Según ha señalado Choi, actualmente están bastante alcistas en bonos. “Ya lo estábamos antes de la crisis del coronavirus y de que la rentabilidad a vencimiento de la deuda del tesoro EE.UU. llegase al 3,3%”. A pesar de que se hayan dado algunas situaciones que los expertos de la entidad no esperaban, como por ejemplo que los bancos centrales de mercados emergentes ya han llevado a cabo 13 recortes de tipos de interés, o que el mercado descuenta en EE.UU. dos recortes adicionales este año e incluso uno del BCE, Choi considera que en este entorno es poco probable que los inversores vendan sus bonos.
“Es evidente que va a haber impacto en el crecimiento y afortunadamente la inflación es muy baja globalmente, así que muchos bancos centrales de mercados emergentes pueden seguir bajando tipos de interés, con la tranquilidad de no estar siendo contracíclicos respecto a EE.UU., al tiempo que estimulan sus economías”, apunta.
Incluso, advierte de que puede ocurrir que la deuda local de mercados emergentes suba y las acciones de emergentes bajen: “Hay que tener en cuenta el efecto divisa. Pero no me extrañaría que los flujos de inversión vayan más a bonos que a acciones, que parecen más vulnerables actualmente”.
Deuda local china en los índices
A pesar de un comienzo de año difícil en China por las turbulencias causadas por el coronavirus, desde Pictet consideran que el año de la Rata todavía promete para la deuda en renminbi, que puede resultar «sorprendentemente resistente».
La rentabilidad a vencimiento de bonos del gobierno chino a cinco años es del 2,8%, frente al 1,4% del Tesoro de EE.UU., -0,1% del Gobierno japonés y -0,6% del Bund alemán. Además, la correlación de rentabilidad de bonos chinos en renmimbi es de 0,34 respecto a bonos y acciones estadounidenses y europeos.
En este contexto, desde Pictet recuerdan la incorporación de los bonos en renmimbi locales (mercado de 13 billones de dólares) al índice de bonos de emergentes de JP Morgan, donde, según indica Choi, llegará a tener un peso de entre el 8% y el 10%. “Es algo que se puede ver como el sello de aprobación de los esfuerzos por liberalizar el mercado de capitales e integrarse más en el sistema financiero internacional, lo que acerca el renmimbi a una moneda de inversión global”, explica. Sin embargo, aunque hace cinco años se hablaba del renminbi como posible moneda de reserva, Choi considera que las posibilidades se han alejado.
Según explica la experta, no creen que la inclusión la deuda local de China vaya a afectar negativamente a la calificación crediticia del índice, aunque sí que habrá reajuste del peso de otros países. Según prevé, para finales de noviembre la deuda de México y de Brasil pueden mantener su peso del 10% pero el de Indonesia, Polonia, Colombia, Rusia y Turquía puede bajar. El índice prevé nuevas inclusiones, como Egipto, Ucrania, Serbia, Nigeria, las cuales «obviamente no tendrán tanto impacto como China», apunta.
“Se trata de mercados frontera y podrán afectar a la naturaleza del índice por su mayor rentabilidad a vencimiento y volatilidad, debido a riesgo divisa. Sin embargo, el efecto de estos mercados frontera en índices de deuda de mercados emergentes en moneda fuerte es artificialmente menor, pues sus inversores tienden a operar con menos frecuencia al ser mercados estrechos, que representan una parte pequeña de la cartera, siendo la preocupación no poder comprarlos en la recuperación. De hecho, muchos clientes mantienen una visión a largo plazo positiva de mercados emergentes”, aclara. Después de este paso, la experta cree que es posible que otros grandes índices incluyan la deuda china.
Hasta ahora, en Pictet habían estado negativos en deuda a China en dólares, donde, según indica Choi, “los diferenciales de rentabilidad a vencimiento son demasiado ajustados respecto a los fundamentales», pero positivos en su deuda local. «De hecho, China tendrá que introducir más estímulos a su economía, lo cual será favorable para sus bonos”, apunta Choi. Asimismo, señala que por su parte están centrados en bonos soberanos, «si tomamos algo de riesgo de crédito es fuera del índice”, aclara.